Oliolioliolioliiiiiiiiiiiiiii ¿Creían que esto nunca pasaría? ¿Creían que nunca retomaría el proyecto por el cuál arrancó mi vida profesional en la moda? Si respondiste que no, YO TAMBIÉN CREÍA QUE NO :P Y es que cuando uno empieza a crecer y pagar renta y pagar impuestos y pagar la luz y pagar básicamente por respirar, se vuelve complicado encontrar tiempo para continuar con los proyectos que nos hacen felices, porque por mucho que nos hagan felices, el cansancio a veces es más fuerte que las ganas (y luego yo que tengo como otros 50 proyectos personales, pues pior).
Este diciembre cumplo cuatro años de haber empezado este blog, desde ese entonces y hasta ahora, en el 2021, cada vez veo más y más plataformas que se dedican a informar sobre moda sustentable, lo cuál me emociona muchísimo pero precisamente el hecho de saber que ya en demasiados lados puedes encontrar la información que a veces pretendía yo compartir por aquí, me hizo reflexionar y pensar ¿para qué continuar con esto? ¿por qué una plataforma más? y sobre todo ¿por qué chihuahuas en formato de blog si ya parece que lo único que importa es ser visible en IG, Tiktok o cualquiera que sea tu red social favorita?
Bueno, pues mi respuesta a todas estas interrogantes se respondieron con más interrogantes, jjjjjjjj, que al final me llevaron a regresar al origen del blog: Ser un repositorio de marcas alternativas al fast fashion pero aquí, en vez de hacerlo lo más objetivo posible (como sería el contenido que podrían encontrar sobre mí en la columna que tengo en Noise, o mi diccionario de la moda sustentable que encuentran en Trending Topic o cualquiera de mis notas en Ethical Fashion Space) por el contrario seré súper subjetiva.
Este va a ser mi depósito de deshago de marcas, aquí les van a aparecer marcas que me encantan en filosofía, que puedo recomendar porque me gustan y/o porque las he usado, que duran y que además, yo he comprado con mi propia dinerita (o mis amigas que luego me prestan su ropita, jjj saludos Dania), o sea, voy a regresar a los orígenes de lo que era un blogger, pues.
Dicho esto, aquí les va mi opinión y partes de la entrevista que tuve con el fundador de la marca que reinaugura este blog: Tazia, el upcycling que aprovecha y verdaderamente pone el ejemplo de lo que significa armar comunidad, ahora leerán por qué.
Conocí a esta marca gracias a Guillermo Fonseca, fundador de The Fashion Theorist, él en algún punto la recomendó y yo me metí a su feed y verdaderamente quedé fascinada con el concepto de la marca, sus colores, su todo, así que dije tengo que conocerla a fondo y de esta forma fue como terminé platicando con su fundador, Simón Ponce (tipazo, por cierto) quien primero me explicó de dónde nace Tazia:
Franela: ¿Cómo diste con la idea de que a partir de retazos se creen nuevas, preciosas y coloridas prendas?
Simón: Yo empecé hace casi seis años y empecé vendiendo vintage, fue mi principal forma de solventarme en aquel momento la universidad y después de eso empecé a intervenir las piezas porque estudié también diseño textil y moda (me quedé a dos semestres de terminarla porque justo lo que no me gustó era que a donde me estaba dirigiendo la carrera era a la producción en masa y eso no me interesaba tanto).
Luego, en donde yo vivo, se llama San Miguel Xoxtla en Puebla, aquí prácticamente el 80% de la población del municipio se dedica a coser y a elaborar prendas de maquila, así que debido a la industria que predomina se suele vender mucho "recorte", que son las mermas de la producción de las maquiladoras. Así fue como al darme cuenta de que me encontraba habitando en el segundo clúster textil más grande de México, decidí aprovechar estos recursos que tenía a la mano para crear Tazia.
Empecé haciendo seis chamarras al mes y me paraba afuera de las tiendas boutique que había en Puebla y les decía que me dieran chance de vender mi ropa. Así fue como poco a poco empecé a crecer y logré contratar a dos personas a que me ayudaran a seguir generando las chamarras y luego mis papás me prestaron un espacio que tenían disponible para poner oficialmente el taller en donde ahora se crea Tazia.
F: ¿La filosofía de Tazia va por completo al upcycling?
S: Algunas de las telas que yo compro no son retazos, pero son telas que prácticamente ya estaban en desuso, por ejemplo, específicamente en el caso de las chamarras pastel que elaboramos, encontré esa tela en mal estado y lo que hice fue reparar esa tela para darle la calidad óptima necesaria para poder convertirla en chamarra.
F: ¿Cómo eliges las telas para Tazia?
S: Yo acepto toda la retacería que me venden, todo empezó experimentalmente, entonces tratamos de no encasillarnos en un sólo tipo de tela y más bien pensar de qué forma le podemos sacar provecho a esa tela que ya está ahí. Me enfoco más a la visión de que eso ya es desperdicio, el material ya existe y ya está ahí.
Es difícil que pase pero incluso hemos encontrado piel, lino, algodón y yute, telas caras que a veces ya tienen moho o están manchadas pero las rescatamos para así comercializarlas.
Lo que sí compro nuevo son los forros y los cierres de las chamarras, pero por lo mismo del lugar en donde vivo, todo lo compro de forma local, así el impacto ambiental es menor.
F: Acaban de sacar una colección de crochet ¿encontraron crochet en la pedacería o cómo es que llegaron a esta nueva etapa dentro de la marca?
S: Desde que pensé en fundar Tazia nunca me quise casar con la idea de sólo dejar a la marca en la parte deportiva, así que, al vivir en una comunidad tan pequeña la gente te ubica fácilmente por tu apellido y saben lo que haces. Yo empecé a hacer una investigación sobre qué tendencias se vendrían en el futuro cercano y encontré que las vibras setenteras son lo que pegarían.
Así que cuando quisimos expandir la marca lo que yo hice fue buscar costureras que supieran hacer crochet, porque yo ya traía la idea conceptualizada. Literalmente publiqué un anuncio en el Market Place local de Facebook para encontrarlas y en vez de yo llegar a imponerles un estilo de trabajo, platicamos para ponernos de acuerdo en la forma en la qué trabajaríamos para que su vida no girara en torno a la marca si no a sus metas personales. Así terminamos generando la colección cápsula de crochet.
Además a ellas les pago un sueldo justo y ¿qué es un suelo justo? Es muy bonito decirlo pero debemos ponerle números para que esto sea una realidad.
F: ¿Cuál es ese precio justo y pues ya que andamos en esas cuál es el rango de precios de la marca?
S: La persona que la está elaborando la prenda está ganando entre 30 y 35% del costo total de la pieza, yo estoy ganando otro 30 o 35% y el resto lo destinamos a gastos de la empresa en general, como comisiones en las tiendas tanto online como físicas, para los insumos de las bolsas en donde entregamos las chamarras.
Aunque yo gano entre 30 y 35% al final termina siendo menos porque de ese sueldo sale también la reinversión en la marca, entonces yo termino ganando menos que las personas que lo elaboran pero si lo piensas, está bien, porque yo se que soy importante para la marca pero no soy lo más importante, yo sólo sirvo como parte comerciante entre lo que las costureras generan, prácticamente soy como un intermediario.
A mí me da mucho gusto ver la diferencia de cómo las personas que trabajan conmigo al final ya terminan dando ideas extras a los diseños que yo propongo, porque ellas ya empiezan a crecer.
Los suéteres de la nueva colección tienen un rango de precios entre $1,200 y $1,400 pesos y de eso ellas se están llevando entre $600 y $700 pesos del suéter.
Los rangos de precios de Tazia en general van desde $600 hasta $1400. Las más caras requieren de 7 días de trabajo manual, entonces por eso tienen ese precio, aunque a veces quizá se tardan un poco más porque muchas veces las personas que cosen tienen otras obligaciones y lo van haciendo desde casa en sus ratos libres y a veces no tienen tantos.
F: Actualmente las chamarras del fast fashion, con una calidad y prácticas cuestionables, cuestan sin rebaja prácticamente eso, así que en realidad desde mi perspectiva, no es caro.
S: Exacto, además de que en Tazia tienes la certeza de que tu prenda está elaborada de forma ética y bajo condiciones mucho más sanas para el ecositema en general.
Como ya vieron, Tazia es verdaderamente el sueño de la moda sustentable, conozcan la marca, la calidad y juzguen ustedes mismo. En la CDMX pueden encontrar la marca en Casa Salt y Libre Liebre Mini pero también tienen puntos de venta en Puebla (obvio, su casa), Michoacán, Nuevo León y Aguascalientes, además de que tienen tienda online con envíos a todo el país (:
¡Viva Tazia :D!
@fran_bahena
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